El caserio de la Isla. Este pequeño pueblo de pescadores tiene una antiguedad mayor que Las Flores, puesto que Striffler ya nos describe su presencia en El Río San Jorge. Muy seguramente favorecido por el paso estrecho y obligatorio de las aguas, su caño es por ello sitio estrategico para la pesca en todo tiempo, como se puede apreciar en el clip. Sus habitantes, de piel zamba, seguramente descienden de los esclavos cimarrones que huyeron, en algún momento en tiempos de la Colonia, presumiblemente del Hato Mayor de San Marcos del Carate, hacienda esclavista, y formarón allí un pequeño palenque que no pudo ser derrotado por el cura-militar Joseph Palacios de la Vega.
Hoy es conocido porque en su equipo de futbol, que suele competir en los torneos organizados en Las Flores, participan unos jugadores fornidos que son denominados "los mochos". Unos por falta de una falange de la mano, y a la mayoría porque en sentido figurado se le dice "mocho" a quien en el futbol no sabe patear bien la pelota más que con una sola pierna.