Es diciembre de 2.009, son las 5:30 de la mañana, voy regresando por el camino agreste que conduce a mi pueblo Las Flores, nada mas agradable que encontrar una pura escena sabanera, campesinos conduciendo la vacada a tierra más bajas, a las ciénagas cuyas aguas empiezan a ceder terreno, es verano y en la tierra alta el pasto fresco comienza a escasear. Es una acción típica y ciclica de trashumancia sine qua non la riqueza ganadera de la región Caribe no se comprendería. Lastima que los ganaderos no paguen todo el pasto natural que se comen sus reses en tierras que son comunales o de la Nación, lo cual les genera una plusvalía que se suma a la que proviene de la explotación laboral de sus trabajadores, que como los guias de a caballo del video, no ganan sino un salario sub-mínimo.
Ahora la escena macondiana no es tan dulce, lo será cuando estos campesinos se organicen y tomen conciencia. El código laboral no parece tener vigencia por estas tierras de grandes hacendatarios ilustrados y campesinos escasamente instruidos.