domingo, 18 de septiembre de 2011

EL NUEVO NEGRERO DE ELECTRICARIBE EN LA COSTA

NO ES UN SERVICIO ES UN FLAGELO
No es exageración, lo denunciamos ante el mundo, ante el gobierno colombiano y ante la historia. La Costa Caribe es hoy un guetho social en el que mal viven millones de colombianos, cercados por redes de cobre que transmiten mal servicio, es la malla eléctrica que nos aísla del mundo. Nadie reconoció el Aparthei de Sudafrica sino muchos años después de persecuciones, muertes y aprionamientos acumuladas sobre los cuerpos de quienes se oponían a ese despotismo. La costa caribe colombiana vive hoy el despotismo de una transnacional española, sanguinaria corporación de servicios públicos.  Puedes tener por seguro que en este preciso momento esta faltando el servicio eléctrico en algunos pueblos o barrios de ciudades o departamentos de manera simultanea. Muchos perderán por culpa de los cortes de energía la inversión en su tienda o negocio; algunos no podrán ser atendidos médicamente en el hospital; otros dejaran de beber agua potable; miles de niños tendrán que soportar el calor y los mosquitos porque los electrodomésticos no se mueven, y en general los pueblos se sumirán, de día o de noche, en el tedio asociado a la falta de televisores y equipos de sonido a los cuales no les llega corriente. 

IMPERIALISMO Y MALTRATO SOCIAL
Cuando de política imperialista se habla, suelese pensar hoy en la bota yanqui como icono que la resume a nivel mundial, sin embargo está despiadada política de explotación de unas naciones por otras cuenta con otros Estados, especialmente europeos, que la practican de un modo más disimulado y menos escandaloso del acostumbrado impuesto por el estilo norteamericano de resolver sus perversos intereses.
Una de esas naciones es España. España fue, y sigue siendo una nación cuya prosperidad depende en mucho de fijar intereses y  negocios por fuera de sus fronteras. Ya no por la ocupación armada y burocrática como en los tiempos de la Colonia, a pesar de haber sido expulsados de Americalatina; pero no deja de ser cierto que en los últimos veinte años la nación ibérica, mal llamada “madre patria” –pues no conozco madre que se alimente de sus hijos-  está cada vez más presente y se han ido posicionando en los mercados internos de las naciones de centro y Suramérica. Ya no es la manera directa y por la fuerza, tan típica del proceder norteamericano, sino por medio de nuevas estructuras de dominancia, falanges compuestas por corporaciones –multinacionales- que hacen las veces de nuevos ejércitos y cuyos generales son gerentes, que no por llevar corbata no dejan de ser menos temibles.
En ese sentido, la multinacional UNIONFENOSA, propietaria de Electricaribe, ha designado recientemente a su nuevo lugarteniente para la Costa Caribe Colombiana, después que el Ministerio Minas y Energías y la Superintendencia de Servicios Públicos exigiesen que la infausta Electricaribe mantuviese, por lo menos para aspectos formales, un gerente con residencia en la región donde presta sus cuestionados servicios, precisamente para darle solución a más de diez años de constantes interrupciones en el fluido eléctrico, los aumentos inesperados de voltaje y la tardanza injustificada en la reparación de daños o la atención de emergencias reportadas por la ciudadanía. En suma para optimizar el servicio.
Con lo que no contaba el ministro Rodado Noriega y la superintendente es que Uniónfenosa designara, para darle satisfacción a los desconsolados usuarios de la Costa, a un perfecto negrero, que viene de hacer padecer al pueblo de Guatemala, donde las condiciones de prestación del servicio energético no es mejor.


 La pudenda europa servida por Africa y America. Qué sería del viejo continente sin las esclavitud de negros y la servidumbre de indios.




DE GUATEMALA PARA GUATEPEOR
El nuevo gerente general de Electricaribe se llama JOSÉ GARCÍA SANLEANDRO[1], ingeniero industrial, lleva 23 años con el Grupo Gas Natural Fenosa. Se ha desempeñado como su sátrapa en Argentina, México y Guatemala[2]
Su infausta presencia en el Caribe Colombiano es una mala noticia para los más de 2 millones de clientes, que en los 7 departamentos de la Región Caribe, dice tener Electricaribe. Mejor conocida en el argot popular como Electrorobo. Son nuevas brumosas que anuncian nuevos malestares, especialmente para las organizaciones cívicas que defienden los intereses de los usuarios. En primer lugar porque el cargo directivo ni siquiera queda en manos de un nacional, sino de un chapetón. En segundo lugar porque se trata de un represor despótico, al decir del dirigente del sector en Guatemala Feliciano Velásquez[3], quien puso en sobreaviso recientemente en Barranquilla a toda la ciudadanía. Según dice Unión Fenosa viola los derechos constitucionales de los usuarios de ese país centroamericano por la mala calidad del servicio[4]. Mientras García Sanleandro estuvo al frente de Unión Fenosa en Guatemala, se cometieron los homicidios contra dirigentes sociales que se oponían a la gestión privada de la electricidad. Tal fue el caso de Víctor Gálvez, Octavio Roblero y Evelinda Ramírez.
Feliciano Velásquez, quien estuvo acompañado por Omar Mendivil, Alberto Luna, de la Red Caribe de Usuarios y Lerwis Castro, aseguró que en Guatemala la Compañía persigue a quienes les criticaban la manera cómo se prestaba el servicio y los problemas del sector energético. 

CONTROL SOCIAL CORPORATIVO
Antes recordemos como una empresa yanqui como la United Fruit Company masacró por medio del Ejercito Nacional a miles de trabajadores del banano en 1928 en el Magdalena. La zona bananera era republica de una corporación, allí el ejercito colombiano no era mas que un ejercito mercenario.
 
Según lo dio a entender Electricaribe, su secuaz, vestido con elegancia de gerente, viene con un definido “plan de choque”. Si tenemos en cuenta su historial delictivo, la presencia de organizaciones sicariales como las Bacrim en la Costa, la venalidad de muchas autoridades locales y las incontables asonadas, protestas y bloqueos viales que le ha tocado adelantar al Pueblo Costeño para hacerse respetar en sus lánguidos derechos, el resultado, esperamos, que no sea el de una sanguinaria persecución. No hay muchas razones para que la gestión de José García Sanleandro se halagüeña, muchos elementos están dados para que la situación empeore. El latifundio eléctrico que es Electricaribe estará dispuesto a todas las malas artes para conservar su privilegio explotador, mas aun sabiendo que reina la inmoralidad entre los políticos, ganaderos y empresarios que han demostrado recientemente una predisposición pérfida para masacrar a los pueblos y clases menesterosas. También es muy posible que una arremetida violenta de esta corporación contra la población indefensa –recuérdese los casos Chiquita Brands y Coca-Cola- que invisibilizada entre la impunidad y la ola criminal de las nuevas formas paramilitares que se registra desde hace cinco años. En ese caso, que el peor pero más real de los panoramas, Electricaribe se convertirá en un elemento más del conflicto armado, que contribuye al control social paraestatal.
De hecho Electricaribe es un agente de control social si se tiene en cuenta que esos dos millones de usuarios están sometidos a sujeción tarifaria. No es despreciable el papel protagónico que los servicios públicos domiciliarios tienen en el vivir dignamente, en la concreción material de la Dignidad Humana para los millones de desheredados sociales que moran en los barrios, corregimientos y veredas de los siete departamentos costeños. No es posible hoy concebir un bienestar completo sin servicios públicos. Una vivienda sin estos es un antro para animales. Cuando los servicios públicos domiciliarios son de pésima eficiencia se puede decir que se está condenando al usuario a soportar, como en la Costa, los rigores tropicales, la "mosquitera", el tedio de una noche sin televisión, y los muchisimos casos en que se “queman” los electrodomesticos por oscilaciones súbitas en el fluido eléctrico que condenan a los pobres a ser más pobres al perder sus pocos bienes o menajes.
Electricaribe ejerce control social por medio de conductas corporativas criminales como las de retirarle el servicio a un acueducto local u hospital, al instalar contadores comunitarios, o cuando sus cuadrillas son deliberadamente demoradas en reparar los desperfectos, porque con esas y otras conductas despiadadas se genera una alteración de la vida corriente, hasta que llevan a los afectados al desespero que implica forzar las soluciones por la vía violenta como única expresión residual cuando el Derecho y la Política no los socorren. El caso más paradigmático fue el de San Andrés de Sotavento en Córdoba que en 2.009 su población se alzó hasta contra el alcalde que escuchaba los ruegos de sus administrados sin hacer nada. Las sedes de Electricaribe, han sido arrasadas una y otra vez en diversos municipios, porque el Pueblo sabe, identifica, que esta corporación es la causante de sus actuales desgracias.