Compositor florano- Distinción al amigo y coterraneo.
Decía el frances J.J. Rousseau en “Del discurso de la Desigualdad” que el progreso espiritual de las naciones ha sido proporcional a las necesidades naturales o a las circunstancias a las que las hayan sujetado; es más, llegó a afirmar que podía probar que los progresos artísticos del antiguo Egipto tenían por uno de sus factores principales la continuas inundaciones del río Nilo a que estaba sometido ese fértil país.
Esa fue la primera idea que me asaltò después de regresar a Las Flores en este diciembre de 2011, año como el anterior de fuerte invierno, y constatar las creaciones artísticas o del espíritu, especialmente en la música, que allì escuchè. Tal parece que la musa Euterpes se detuvo afortunadamente sobre el cielo florano y dejó caer algunas mieses lìricas que encontraron cultivadores locales que las estimaron.
Por ejemplo, hay que recordar un trabajo musical con algunos años denominado “Charanga en Pajaral”, donde figura como autor Elver “El Ñato” Bracamonte el duro de la violina (así se le dice en Las Flores a la armónica).
Recientes, encontré varios trabajos musicales: En primer lugar, si de inundaciones se trata està el tema El fènomeno de la Niña del CD “Estrella de la Sabana” de Francisco “El Baleco” Gonzáles en que se nombra a Las Flores en varias ocasiones, se describe la dureza de las inundaciones y se saluda a distintos personajes floranos.
Se dice que el “Chato” Nover tiene su disco, también conocí el CD de Jairo “el cocho” Pérez (vocalista) en binomio con “Leo” De Hoyos (Acordeonero) titulado “Soñando con ser grande”, también un trabajo de este como cantante y acordeonero con titulo “Espera en el tiempo”, en que sobresalen autores floranos como Harol Lengua, Jesucristo Paternina “El Macho”, Freddy Delgado y Jaime Caldera. A este último dedicaremos los siguientes renglones, no sin antes destacar que todos estos autores tienen espacio para sus canciones en la emisora local Las Flores Stereo.
Jaime Caldera Pérez nació el 21 de diciembre de 1956 en Las Flores (Sucre). Es un campesino con ojos en los que se sospecha, pese al mestizaje, de unos ancestros con ojos verdes, es de baja estatura pero con un alto vuelo musical; incansable trabajador del rustico y no bien recompensado oficio de la corraleria en los últimos veinte años en el sitio El Hachado, corral veranero al lado del caño Carate en el que se pastorea el ganado de Eduardo Otero.
También ha sabido ser cazador de escopeta al hombro, especialmente poniendo la mira en el pato silvestre llamado Pisingo, lo que le valió el apodo de “El Pisingo”, por eso se le conoce en la comunidad como Jaime Pisingo. Aun recuerdo de niño haber visto en casa de la señora Adela Pérez (q.e.p.d), madre del compositor, bultos llenos de cartuchos disparados de colores rojo, verde o azul.
Pese a la dureza de sus nobles menesteres, Jaime Pisingo, persona de buen humor, ha sabido fugarse en varias ocasiones para establecer comercio con las musas dejando como resultado canciones con algún renombre, especialmente la ultima “La Sanmarquera” que tiene aun éxito regional. Pero su primera canción se llama “La Corozalera”, dedicada a la profesora Gloria Gil del colegio de bachillerato de Las Flores (hoy INSTEDI) al que llegó a mediado de los años noventas para regentar las asignaturas relacionadas con el agro y la pecuaria. Los dos temas han sido grabados por el acordeonista florano Leo de Hoyos.
Pero además, diremos en favor de su personalidad multifacética que Jaime Caldera fue el organizador durante más o menos tres lustros, desde la década de los ochentas, de las corralejas conocidas popularmente como Guayepo que se constituyeron en el sucedáneo de las corralejas llamadas grandes cuando los ganaderos dejaron perder esa tradición.
El Pisingo le tomó afición a la música sabanera cuando, según declara, era seguidor del conjunto musical del cantante Carlos Díaz (q.e.p.d.), también florano. Caldera no toca instrumento alguno, tampoco ha sido cantante, su talento se limita a escribir canciones y darles la musicalidad básica. Tiene algunas canciones inéditas, como lo es el porro Jhon Garces, dedicado al propietario de la ganadería La Muela, a las afueras de Las Flores, en donde se ceban toros para corralejas, que en la versión 2011-2012 de la corralejas de San Marcos obtuvo el premio a la mejor tarde, es decir a la mejor ganadería. En cuanto a la confecciòn de porros emula de cerca al famoso PEMECA (la industria del porro), unidos al mismo tronco familiar cuya sabia musical comparten.
Estos inviernos y crecientes tan extraordinarias, que padece el país entero, han tenido por mucho tiempo a Jaime Pisingo por fuera de la ciénaga de El Hachado y de la corralería, por lo que ha complementado su subsistencia con otras actividades que le han permitido hacer uso de un poco de tiempo libre. Ahora la belleza de la mujer florana está a la espera de que Jaime Pisingo le dedique específicamente uno de sus monumentos vallenatos, especialmente si se tiene en cuenta que es padre de mujeres agraciadas nacidas en la sonriente población de Las Flores.
Dejamos inserto en este articulo el tema La Sanmarquera como evidencia de que Jaime Caldera de ser aficionado al vallenato sabanero a pasado a ser cultor de esta música en el rinconcito de las sabanas sucreñas llamado Las Flores.
Autor: Helmer García Salgado.
Decía el frances J.J. Rousseau en “Del discurso de la Desigualdad” que el progreso espiritual de las naciones ha sido proporcional a las necesidades naturales o a las circunstancias a las que las hayan sujetado; es más, llegó a afirmar que podía probar que los progresos artísticos del antiguo Egipto tenían por uno de sus factores principales la continuas inundaciones del río Nilo a que estaba sometido ese fértil país.
Esa fue la primera idea que me asaltò después de regresar a Las Flores en este diciembre de 2011, año como el anterior de fuerte invierno, y constatar las creaciones artísticas o del espíritu, especialmente en la música, que allì escuchè. Tal parece que la musa Euterpes se detuvo afortunadamente sobre el cielo florano y dejó caer algunas mieses lìricas que encontraron cultivadores locales que las estimaron.
Por ejemplo, hay que recordar un trabajo musical con algunos años denominado “Charanga en Pajaral”, donde figura como autor Elver “El Ñato” Bracamonte el duro de la violina (así se le dice en Las Flores a la armónica).
Recientes, encontré varios trabajos musicales: En primer lugar, si de inundaciones se trata està el tema El fènomeno de la Niña del CD “Estrella de la Sabana” de Francisco “El Baleco” Gonzáles en que se nombra a Las Flores en varias ocasiones, se describe la dureza de las inundaciones y se saluda a distintos personajes floranos.
Se dice que el “Chato” Nover tiene su disco, también conocí el CD de Jairo “el cocho” Pérez (vocalista) en binomio con “Leo” De Hoyos (Acordeonero) titulado “Soñando con ser grande”, también un trabajo de este como cantante y acordeonero con titulo “Espera en el tiempo”, en que sobresalen autores floranos como Harol Lengua, Jesucristo Paternina “El Macho”, Freddy Delgado y Jaime Caldera. A este último dedicaremos los siguientes renglones, no sin antes destacar que todos estos autores tienen espacio para sus canciones en la emisora local Las Flores Stereo.
Jaime Caldera Pérez nació el 21 de diciembre de 1956 en Las Flores (Sucre). Es un campesino con ojos en los que se sospecha, pese al mestizaje, de unos ancestros con ojos verdes, es de baja estatura pero con un alto vuelo musical; incansable trabajador del rustico y no bien recompensado oficio de la corraleria en los últimos veinte años en el sitio El Hachado, corral veranero al lado del caño Carate en el que se pastorea el ganado de Eduardo Otero.
También ha sabido ser cazador de escopeta al hombro, especialmente poniendo la mira en el pato silvestre llamado Pisingo, lo que le valió el apodo de “El Pisingo”, por eso se le conoce en la comunidad como Jaime Pisingo. Aun recuerdo de niño haber visto en casa de la señora Adela Pérez (q.e.p.d), madre del compositor, bultos llenos de cartuchos disparados de colores rojo, verde o azul.
Pese a la dureza de sus nobles menesteres, Jaime Pisingo, persona de buen humor, ha sabido fugarse en varias ocasiones para establecer comercio con las musas dejando como resultado canciones con algún renombre, especialmente la ultima “La Sanmarquera” que tiene aun éxito regional. Pero su primera canción se llama “La Corozalera”, dedicada a la profesora Gloria Gil del colegio de bachillerato de Las Flores (hoy INSTEDI) al que llegó a mediado de los años noventas para regentar las asignaturas relacionadas con el agro y la pecuaria. Los dos temas han sido grabados por el acordeonista florano Leo de Hoyos.
Pero además, diremos en favor de su personalidad multifacética que Jaime Caldera fue el organizador durante más o menos tres lustros, desde la década de los ochentas, de las corralejas conocidas popularmente como Guayepo que se constituyeron en el sucedáneo de las corralejas llamadas grandes cuando los ganaderos dejaron perder esa tradición.
El Pisingo le tomó afición a la música sabanera cuando, según declara, era seguidor del conjunto musical del cantante Carlos Díaz (q.e.p.d.), también florano. Caldera no toca instrumento alguno, tampoco ha sido cantante, su talento se limita a escribir canciones y darles la musicalidad básica. Tiene algunas canciones inéditas, como lo es el porro Jhon Garces, dedicado al propietario de la ganadería La Muela, a las afueras de Las Flores, en donde se ceban toros para corralejas, que en la versión 2011-2012 de la corralejas de San Marcos obtuvo el premio a la mejor tarde, es decir a la mejor ganadería. En cuanto a la confecciòn de porros emula de cerca al famoso PEMECA (la industria del porro), unidos al mismo tronco familiar cuya sabia musical comparten.
Estos inviernos y crecientes tan extraordinarias, que padece el país entero, han tenido por mucho tiempo a Jaime Pisingo por fuera de la ciénaga de El Hachado y de la corralería, por lo que ha complementado su subsistencia con otras actividades que le han permitido hacer uso de un poco de tiempo libre. Ahora la belleza de la mujer florana está a la espera de que Jaime Pisingo le dedique específicamente uno de sus monumentos vallenatos, especialmente si se tiene en cuenta que es padre de mujeres agraciadas nacidas en la sonriente población de Las Flores.
Dejamos inserto en este articulo el tema La Sanmarquera como evidencia de que Jaime Caldera de ser aficionado al vallenato sabanero a pasado a ser cultor de esta música en el rinconcito de las sabanas sucreñas llamado Las Flores.
Autor: Helmer García Salgado.